Londres – Los astrónomos captaron estos chorros de luz, cada uno 100,000 billones de veces más brillante que el sol. Estos chorros son emitidos por cuásares, que se encuentran entre los objetos más poderosos del universo. Los astrónomos dicen que los rayos brillantes se originan en el centro de una galaxia a 9.600 millones de años luz de distancia. Esto significa que lo vemos como era hace 9.600 millones de años.
Un equipo que trabaja con la Royal Astronomical Society informa que se produjeron cuando las nubes de gas cayeron en un agujero negro supermasivo. El cuásar, denominado J1144, está más cerca de la Tierra que otras fuentes de luz de luminosidad similar. Su proximidad nos permite aprender sobre el agujero negro y su entorno.
Desde nuestro punto de vista, la galaxia se encuentra entre los planetas Centaurus e Hydra. Las observaciones astronómicas han demostrado que la galaxia emite algunos gases en forma de vientos muy fuertes. Estos vientos bombean grandes cantidades de energía a la galaxia.
El autor principal, el Dr. Elias Kamon, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, dice: comunicado de prensa.
El Dr. Kamoon y su equipo usaron datos de telescopios espaciales para medir la temperatura de los rayos X emitidos por el cuásar. Determinaron que la temperatura era de unos 350 millones de Kelvin, más de 60.000 veces más caliente que la superficie del Sol.
El agujero negro en el centro del cuásar tiene una masa de aproximadamente 10 mil millones de veces nuestro cúmulo estelar. Además, está aumentando de tamaño a razón de 100 masas solares por año.
Los cuásares similares generalmente se encuentran a distancias mucho mayores, por lo que parecen más débiles, y los vemos como eran cuando el universo tenía solo 2-3 mil millones de años. J1144 es una fuente muy rara porque es muy luminosa y está muy cerca de la Tierra (¡aunque aún está a una gran distancia!), lo que nos da una visión única de cómo son estos poderosos cuásares”, explica el Dr. Cammon.
El estudio publicado en Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society, mejora nuestra comprensión del funcionamiento interno de los cuásares. Estos objetos eclipsan incluso a las estrellas más calientes y emiten enormes cantidades de radiación electromagnética que se pueden observar en ondas de radio, infrarrojos, visibles, ultravioleta y rayos X. J1144 fue observado por primera vez en longitudes de onda visibles en 2022 por SkyMapper Southern Survey (SMSS).
Curiosamente, la luz de rayos X de J1144 varió en una escala de tiempo de unos pocos días. Esto no es raro entre los cuásares que contienen grandes agujeros negros como el de J1144, ya que sus escalas de tiempo típicas para la variación suelen abarcar meses o incluso años.
“En junio de este año comenzará una nueva campaña de monitoreo de esta fuente, que puede revelar más sorpresas de esta fuente única”, concluye el autor del estudio.
El escritor de Southwest News Service, Mark Waghorn, contribuyó a este informe.
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